Las infecciones respiratorias agudas son una de las causas más comunes de consulta médica, especialmente en niños y adultos mayores. Aunque muchas veces se confunden con un simple resfriado, algunas pueden requerir atención médica oportuna. En este artículo te explicamos cómo reconocer sus síntomas, cuándo acudir al médico y cómo prevenirlas.
¿Qué son las infecciones respiratorias agudas?
Las infecciones respiratorias agudas (IRA) son enfermedades causadas por virus o bacterias que afectan las vías respiratorias, desde la nariz y la garganta hasta los pulmones.
Pueden durar de unos pocos días a dos semanas, dependiendo de su gravedad y del sistema inmunológico de cada persona.
Las IRA se dividen en dos grandes grupos:
- Infecciones respiratorias altas: incluyen resfriado común, faringitis, sinusitis y otitis.
- Infecciones respiratorias bajas: afectan bronquios y pulmones, como la bronquitis, bronquiolitis y neumonía.
¿Cómo se transmiten?
Estas infecciones se propagan fácilmente de una persona a otra a través de:
- Pequeñas gotas respiratorias al toser, estornudar o hablar.
- Contacto directo con las manos o superficies contaminadas.
- Ambientes cerrados o con poca ventilación, especialmente durante temporadas frías o lluviosas.
Por eso, los niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas son los más vulnerables.
Síntomas más frecuentes
Los síntomas pueden variar según la parte del sistema respiratorio afectada, pero los más comunes son:
- Congestión o secreción nasal.
- Dolor de garganta.
- Tos seca o con flema.
- Fiebre baja o moderada.
- Dolor de cabeza y cuerpo.
- Cansancio o falta de apetito.
En casos más graves, pueden presentarse:
- Dificultad para respirar o respiración rápida.
- Fiebre alta persistente.
- Hundimiento de las costillas al respirar (en niños).
- Somnolencia o irritabilidad.
- Coloración azulada en labios o uñas.
¿Cuándo consultar al médico?
Es importante buscar atención médica si se presentan los siguientes signos de alarma:
En niños
- Dificultad para respirar o silbidos al hacerlo.
- No quiere comer ni beber.
- Fiebre que dura más de 3 días.
- Decaimiento o sueño excesivo.
En adultos y adultos mayores
- Fiebre mayor de 38.5°C que no mejora con antipiréticos.
- Tos intensa o con sangre.
- Dolor en el pecho al respirar.
- Falta de aire o sensación de ahogo.
En Clínica CIC, nuestro equipo médico está capacitado para evaluar, diagnosticar y tratar oportunamente las infecciones respiratorias, reduciendo el riesgo de complicaciones.
Tratamiento y cuidados básicos
La mayoría de las infecciones respiratorias agudas son causadas por virus, por lo que no requieren antibióticos. El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas y favorecer la recuperación:
- Descanso e hidratación.
- Buena ventilación en el hogar.
- Uso de analgésicos o antipiréticos (solo bajo indicación médica).
- Evitar automedicarse con antibióticos o corticoides.
- No fumar ni exponerse al humo del tabaco.
En caso de infecciones bacterianas o neumonía, el médico puede indicar tratamiento específico con antibióticos y seguimiento clínico.
Prevención: la clave para proteger tus pulmones
Puedes reducir el riesgo de infecciones respiratorias siguiendo estas recomendaciones:
- Vacúnate contra la influenza, neumococo y COVID-19 según tu edad y condición de salud.
- Lávate las manos con frecuencia y evita tocarte la cara.
- Mantén los espacios ventilados.
- Cubre tu boca y nariz al toser o estornudar.
- Evita el contacto cercano con personas enfermas.
- Fortalece tu sistema inmune con una dieta balanceada y descanso adecuado.
En Clínica CIC contamos con servicios de medicina general, pediatría, vacunación y fisioterapia respiratoria, enfocados en la detección, manejo y prevención de las enfermedades respiratorias. Si tú o tu hijo presentan síntomas de infección respiratoria, acude a nuestra sede más cercana para recibir una valoración integral. Recuerda: atenderte a tiempo puede evitar complicaciones.


