La varicela, también conocida como viruela loca o chickenpox en inglés, es una infección viral aguda causada por el virus varicela-zóster. Aunque es más común en niños, puede afectar a personas de cualquier edad. Se caracteriza por un sarpullido pruriginoso con pequeñas ampollas que se rompen y forman costras.
Síntomas y Evolución de la Enfermedad
Los síntomas de la varicela suelen aparecer entre 10 y 21 días después de la exposición al virus. Además del característico sarpullido, los pacientes pueden experimentar:
- Fiebre: Generalmente baja o moderada.
- Malestar general: Cansancio, pérdida de apetito y dolor de cabeza.
- Picazón intensa: La picazón puede ser tan severa que dificulta el sueño y aumenta el riesgo de infecciones bacterianas secundarias.
El sarpullido evoluciona en varias etapas:
- Máculas: Pequeñas manchas rojas que aparecen en la piel.
- Pápulas: Las máculas se convierten en pequeñas protuberancias llenas de líquido.
- Vesículas: Las pápulas se transforman en ampollas llenas de líquido transparente.
- Costras: Las vesículas se secan y forman costras.
Transmisión
La varicela es altamente contagiosa y se transmite a través del contacto directo con las ampollas, las gotitas respiratorias al toser o estornudar o por contacto con objetos contaminados con el virus.
Antes de la introducción de la vacuna, la varicela era una enfermedad endémica en todo el mundo, con brotes frecuentes, especialmente en comunidades infantiles. Sin embargo, gracias a las campañas de vacunación, la incidencia de la varicela ha disminuido significativamente en muchos países.
Prevención: La Clave está en la Vacunación
La vacunación es la medida preventiva más efectiva contra la varicela. La vacuna contra la varicela es segura y altamente eficaz en la prevención de la enfermedad y la reducción de su gravedad. Se recomienda que todos los niños reciban la vacuna según el calendario de vacunación de cada país.
Otras medidas preventivas incluyen:
- Higiene de manos: Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después del contacto con personas enfermas.
- Aislamiento: Mantener a los niños enfermos en casa para evitar contagiar a otros.
- Cubrirse la boca y la nariz: Al toser o estornudar para evitar la propagación del virus.
Complicaciones de la Varicela
En la mayoría de los casos, la varicela es una enfermedad leve que se resuelve por sí sola. Sin embargo, en algunos casos, especialmente en adultos, inmunocomprometidos o niños pequeños, pueden surgir complicaciones como:
- Infecciones bacterianas secundarias: Las infecciones bacterianas de la piel pueden ocurrir si las ampollas se rascan y se rompen.
- Neumonía: La varicela puede causar neumonía, especialmente en adultos y niños pequeños.
- Encefalitis: Una inflamación del cerebro que puede ser grave.
Varicela y Herpes Zóster: Una Misma Familia Viral
El virus varicela-zóster, causante de la varicela, permanece latente en el organismo después de la infección. En algunos casos, el virus puede reactivarse años más tarde y causar herpes zóster, una enfermedad que se manifiesta como un sarpullido doloroso en una zona del cuerpo.
Conclusión
La varicela es una enfermedad viral común en la infancia, pero gracias a la vacunación, su incidencia ha disminuido considerablemente. Aunque la mayoría de los casos son leves, es importante conocer los síntomas, la transmisión y las complicaciones de esta enfermedad para tomar las medidas preventivas adecuadas. La vacunación es la herramienta más poderosa para proteger a los niños y adultos de la varicela y sus posibles consecuencias.
Para más información, consulta en:
https://www.health.ny.gov/es/diseases/communicable/chickenpox/fact_sheet.htm