La rabia es una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso central, causando una encefalitis aguda y progresiva. Una vez que se desarrollan los síntomas, la rabia es casi inevitablemente mortal. El virus se transmite principalmente a través de la saliva de animales infectados, generalmente mediante mordeduras. Los perros son los responsables de la mayoría de las muertes por rabia en humanos, seguidos de murciélagos.
¿Quiénes necesitan la vacuna antirrábica?
La vacunación antirrábica es fundamental para proteger a las personas con mayor riesgo de exposición al virus. Entre estos grupos se encuentran:
- Personal con alto riesgo de exposición:
- Veterinarios y personal de atención animal
- Controladores de animales salvajes
- Investigadores y trabajadores de laboratorio que manipulan virus de la rabia
- Viajeros:
- Personas que viajen a regiones con alta prevalencia de rabia, especialmente a zonas rurales o donde el control de la enfermedad en animales es deficiente
- Personas que han tenido contacto con animales potencialmente rabiosos:
- En todos los casos de mordedura de murciélago, sin importar la ubicación o la apariencia del animal.
- Mordeduras de perros, gatos y otros mamíferos salvajes, si el animal no está vacunado contra la rabia y no se puede observar durante 10 días.
- Mordeduras de roedores, si existe un alto riesgo de rabia en la zona y la mordedura fue profunda o extensa.
La importancia de la vacuna antirrábica
La vacunación antirrábica representa una herramienta fundamental para prevenir la rabia y salvar vidas. Las razones por las que es crucial incluyen:
- Efectividad comprobada: La vacuna antirrábica es altamente efectiva para prevenir la enfermedad. Cuando se administra adecuadamente, induce una respuesta inmune robusta que protege a la persona de la infección.
- Prevención de la muerte: La rabia es casi siempre mortal una vez que se presentan los síntomas. La vacunación ofrece la mejor oportunidad de evitar esta devastadora enfermedad.
- Control de la enfermedad: La vacunación generalizada de perros y otros animales domésticos es esencial para controlar la rabia en las poblaciones animales y reducir el riesgo de transmisión a humanos.
Administración de la vacuna antirrábica
La vacuna antirrábica se administra por inyección, generalmente en el brazo. La pauta de vacunación varía según la situación de la persona y su historial de vacunación previo. En general, se recomiendan dos o tres dosis para la profilaxis preexposición (prevención antes de la exposición al virus) y cuatro dosis para la profilaxis pos-exposición (prevención después de la exposición al virus).
Efectos secundarios y consideraciones
Los efectos secundarios de la vacuna antirrábica suelen ser leves y de corta duración, e incluyen dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección. En raras ocasiones, pueden presentarse efectos secundarios más graves, como fiebre, dolor de cabeza, náuseas y mareos. Es importante consultar con un médico antes de la vacunación para discutir cualquier condición médica preexistente o alergias.
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